Cuidemos lo que ingerimos
La acidosis puede estar provocada por la ingesta masiva de farmacos, sustancias y metales tóxicos, antibióticos, exceso de proteínas grasas (visceras, carnes muy grasas) y dulces.
La mayoría de los alimentos preparados o muy procesados, acidifican el organismo cambiando el pH de la sangre.
Afortunadamente, existen productos y alimentos alcalinizantes (alcalinos) que son los que regulan el pH de la sangre.
Por ejemplo, una excelente idea es diluir una cucharada (pequeña, como las de café abundante en un litro y medio de agua mineral. Haciendo este sencillo gesto por cada botella que ingiramos, ya estamos suministrando al cuerpo una dosis importante del bicarbonato que pierde por la acidosis.
Consumir abundantes frutas crudas (preferiblemente ecológicas o lavadas con un ozonizador), hortalizas y vegetales crudos y hervidos y cereales integrales (aunque existe cierta controversia sobre si el exceso de cereales acidifica), puede inclinar la balanza hacia un pH óptimo para establecer un nivel adecuado de alcalinidad y acidez orgánica. (En torno al 7 que seria neutro, o un 7,5)