Las palabras tienen un poder profundo que va más allá de su función comunicativa cotidiana. A lo largo de la historia, ciertas palabras han sido utilizadas como vehículos de poder espiritual y esotérico. Una de las más enigmáticas es "Abrakadabra", una palabra que a menudo asociamos con la magia y lo misterioso. Sin embargo, detrás de su uso aparentemente trivial en la magia de entretenimiento, existe un trasfondo de sabiduría antigua y creencias profundas. Este ensayo explora las múltiples teorías sobre el origen de la palabra "Abrakadabra", su simbolismo cabalístico y su relación con el poder de la creación a través de la palabra hablada.
Uniendo estas letras los gnósticos creían poder curar
enfermedades. Las letras se escribían en un pergamino virgen con forma de letra
griega delta de la siguiente forma:
A B R A C A D A B R A
A B R A C A D A B R
A B R A C A D A B
A B R A C A D A
A B R A C A D
A B R A C A
A B R A C
A B R A
A B R
A B
A
Después, el pergamino se doblaba y se colgaba con una cuerda
de lino al enfermo.
La letra A representa la unidad del primer principio, el
agente intelectual y el activo.
La A unida con la B representa la fecundación del binario
por la unidad.
La R es el signo del ternario que representa la fusión que
resulta de la unión de los 2 principios.
El número 11, el total de las letras de abracadabra,
agrega la unidad del iniciado al denario de Pitágoras.
El número 66, el total de letras del triángulo.
El número 12, que cabalísticamente es el cuadrado del
ternario y la cuadratura mística del círculo.
Ahora mas que nunca debemos estar consciente de cada palabra que utilizamos.
Estamos recibiendo mucho plasma, mas que en otros tiempos. Y qué es el plasma?
.... El plasma es la esencia que lo impregna todo
Orígenes Etimológicos de Abrakadabra
La palabra "Abrakadabra" ha sido objeto de
diversas teorías etimológicas que buscan desentrañar su origen. Una de las
hipótesis más aceptadas proviene del arameo: "avrah kahdabra", que se
traduce como "Yo creo como hablo". Esta frase revela un concepto
esencial en muchas tradiciones espirituales: la idea de que el acto de hablar
tiene el poder de manifestar la realidad. Este principio es particularmente
resonante en la creación esotérica, donde se cree que las palabras no solo
describen el mundo, sino que también lo moldean.
Otra interpretación interesante proviene del hebreo:
"Aberah KeDabar", que significa "iré creando conforme
hable". Esta variante sugiere un proceso continuo de creación, donde cada
palabra pronunciada contribuye a la formación del universo. Ambas etimologías
destacan la importancia de la palabra hablada como herramienta de manifestación
y transformación.
El Uso de Abrakadabra en la Tradición Gnóstica
Los gnósticos, practicantes de un sistema de creencias
esotéricas y místicas en los primeros siglos de la era cristiana, utilizaron
"Abrakadabra" con fines curativos. Creían que la combinación de las
letras tenía un poder mágico y sanador. La palabra se escribía en un pergamino
en forma de triángulo invertido, y este símbolo triangular era clave para su
propósito. Se creía que, al ir reduciendo las letras una por una, se liberaba
el poder acumulado en el término.
El uso de este amuleto de "Abrakadabra" buscaba
curar enfermedades físicas y espirituales. Se colocaba colgando en el cuello
del enfermo, y la progresión descendente de las letras representaba la
disolución gradual de la enfermedad, una especie de encantamiento simbólico
donde la palabra se "desintegra" para absorber el mal.
Simbolismo Numérico y Cabalístico de Abrakadabra
Más allá de sus letras, "Abrakadabra" también está
profundamente ligada al simbolismo numérico y cabalístico. El número 11, que
corresponde al número total de letras en la palabra, tiene una gran importancia
en la numerología. Representa la unión entre el uno, el principio de la
creación, y el diez, que simboliza el ciclo completo o la totalidad, como en la
figura del denario de Pitágoras.
El número 66, que resulta del total de letras escritas en
forma de triángulo, es considerado un número que representa el poder del alma a
través de la creación y manifestación. Además, el número 12, que
cabalísticamente es el cuadrado del ternario (3x4), añade una dimensión
mística, vinculando el concepto de "Abrakadabra" con el equilibrio y
la cuadratura del círculo, un símbolo clave en la alquimia y el esoterismo.
El diseño triangular de la palabra también tiene un
significado importante. La letra "A", que aparece en la cúspide del
triángulo, simboliza la unidad y el principio intelectual activo. La
combinación de las letras "A" y "B" representa la
fecundación, la unión de lo masculino y lo femenino. La "R", como
tercer elemento, se convierte en el símbolo de la síntesis, el equilibrio entre
opuestos.
El Poder de la Palabra en la Creación Espiritual
Uno de los aspectos más fascinantes de
"Abrakadabra" es la conexión entre el poder de la palabra y la
creación espiritual. El concepto de "crear conforme hablo" resuena
con ideas encontradas en muchas tradiciones místicas, desde el "Fiat
Lux" bíblico hasta la vibración primordial del "Om" en la
filosofía hindú. Estas ideas subrayan que el habla no es solo un medio de
comunicación, sino también una herramienta creativa.
En tiempos modernos, la importancia de las palabras ha
cobrado una nueva relevancia. Se dice que estamos recibiendo más plasma, una
energía primordial que impregna todas las cosas. El plasma, según estas teorías
esotéricas, es la esencia que sostiene el universo y, por tanto, se ve
directamente influido por nuestras palabras. En este sentido, ser conscientes
de lo que decimos, y cómo lo decimos, puede tener un impacto directo en la
realidad que nos rodea.
Conclusión
"Abrakadabra" es mucho más que una palabra mágica
popular. Es un término cargado de simbolismo esotérico y poder espiritual. Sus
raíces en el arameo y hebreo nos recuerdan la importancia de la palabra hablada
como un medio de creación. Su uso por los gnósticos y su relación con la
numerología y la cabalística subrayan su poder curativo y transformador.
En última instancia, este análisis nos invita a reflexionar
sobre el poder de nuestras propias palabras. Si, como sugiere
"Abrakadabra", podemos crear la realidad a través de lo que decimos,
entonces debemos ser conscientes de las palabras que elegimos y de las
intenciones detrás de ellas. En un mundo donde el plasma, la esencia de todas
las cosas, responde a nuestras vibraciones, las palabras pueden ser una
herramienta de creación o destrucción. La responsabilidad de elegir bien
nuestras palabras recae en cada uno de nosotros.
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